En la mitología griega, los héroes son figuras legendarias que destacan por su valentía, destreza y habilidades excepcionales. Sin embargo, entre estos grandes nombres, existe uno que ha sido ignorado y relegado al olvido: Troilo, el hijo del rey Príamo de Troya.
A pesar de su corta aparición en las historias épicas, este joven príncipe poseía un poder inusual y seductor que lo distinguía de los demás.
Troilo, cuyo nombre significa «pequeño guerrero»
Era conocido por su belleza incomparable y su habilidad en la lucha con la espada. Su encanto y carisma conquistaban a todos aquellos que tenían el privilegio de conocerlo. Sin embargo, su destino trágico lo convirtió en una figura olvidada, eclipsada por los grandes héroes como Aquiles o Héctor.
En este artículo, exploraremos la vida y el legado de Troilo, desenterrando su historia y resaltando su importancia en la mitología griega. A través de fuentes antiguas y análisis profundos, descubriremos cómo este genio ignorado dejó una huella imborrable en la cultura helénica.
Acompáñanos en este viaje fascinante hacia el pasado y descubre el poder inusual y seductor de Troilo, el héroe griego olvidado.
Troilo, el príncipe troyano que murió por amor
Troilo era uno de los hijos de Príamo, el rey de Troya, y de Hécuba, su esposa. Su belleza era tal que se le consideraba hijo de Apolo, el dios del sol. Pero su destino fue trágico, pues una profecía decía que Troya no caería si Troilo vivía hasta la edad adulta. Por eso, Aquiles, el héroe griego, lo mató en una emboscada, frustrando su amor con Crésida, una joven troyana. Su historia ha inspirado a muchos autores, desde la antigüedad hasta la actualidad.
Troilo: Su origen y su infancia
Troilo nació y creció en Troya, la ciudad más poderosa de Asia Menor. Era el menor de los cincuenta hijos de Príamo y Hécuba, y el más querido por sus padres. Su nombre significa «el que se parece a Troya», lo que indica su vínculo con la ciudad. Algunas fuentes dicen que su padre biológico era Apolo, que se enamoró de Hécuba y la sedujo. Otras dicen que Apolo lo adoptó como su hijo y le dio su protección.
Troilo era un joven alegre, valiente y piadoso. Le gustaba montar a caballo, cazar y practicar el arco. También era muy devoto de los dioses, especialmente de Apolo, a quien le ofrecía sacrificios y le rendía culto. Su belleza era tan extraordinaria que atraía las miradas de todos, tanto de hombres como de mujeres.
Su participación en la guerra de Troya
Troilo tenía unos quince años cuando estalló la guerra de Troya, el conflicto que enfrentó a los griegos y a los troyanos por el rapto de Helena, la esposa de Menelao, rey de Esparta, por parte de Paris, el hermano de Troilo. Troilo se unió al ejército troyano, junto con sus hermanos Héctor, Paris, Deífobo, Héleno y otros. A pesar de su juventud, se distinguió por su valor y su habilidad en el combate.
Troilo aparece en la Ilíada, el poema épico de Homero que narra la guerra de Troya. En ese texto, se le menciona como uno de los guerreros que defendieron las puertas de Troya cuando los griegos las atacaron. También se le describe como el favorito de Apolo, que lo ayudaba en la batalla. Sin embargo, su papel es secundario y no se cuenta su muerte.
Su amor con Crésida
La historia de amor entre Troilo y Crésida se añadió al mito de Troilo en la época medieval, por influencia de la leyenda de Tristán e Isolda. Crésida era una joven troyana, hija de Calcas, un sacerdote de Apolo que desertó al bando griego y se llevó consigo el paladio, una estatua sagrada de Atenea que protegía a Troya. Crésida se quedó en Troya, bajo la protección de su tío Pándaro.
Troilo y Crésida se enamoraron y se juraron fidelidad eterna. Pero su felicidad duró poco, pues los griegos exigieron a los troyanos que les entregaran a Crésida a cambio de Antenor, un anciano consejero de Príamo que habían capturado. Los troyanos aceptaron el trueque, y Crésida tuvo que partir al campamento griego, donde se encontró con su padre. Troilo la despidió con lágrimas y le prometió que la rescataría.
Pero Crésida no cumplió su promesa de amor, pues se dejó seducir por Diomedes, uno de los héroes griegos, que le regaló el caballo y el casco de Troilo. Troilo se enteró de la traición de Crésida por un mensajero, y se llenó de dolor y de ira. Decidió vengarse de los griegos y de Diomedes, y se lanzó al combate con más furia que nunca.
Su muerte a manos de Aquiles
Troilo tenía un destino marcado por una profecía, que decía que si vivía hasta los veinte años, Troya no sería conquistada por los griegos. Por eso, Aquiles, el mejor guerrero de los griegos, se propuso matarlo, para asegurar la victoria de su bando. Aquiles supo que Troilo solía ir a una fuente cercana a Troya, llamada Tesbria, para refrescarse y dar de beber a sus caballos. Allí le tendió una emboscada, y lo sorprendió cuando estaba desprevenido.
Troilo intentó escapar, pero Aquiles lo persiguió y lo alcanzó. Entonces se libró una lucha feroz entre los dos, en la que intervino Apolo, que trató de defender a su hijo. Pero Aquiles era más fuerte y logró herir a Troilo con su lanza. Troilo cayó del caballo y trató de huir hacia las murallas de Troya, donde sus padres y sus hermanos lo esperaban. Pero Aquiles lo agarró por el pelo y le cortó la cabeza con su espada.
Aquiles arrastró el cuerpo de Troilo por el suelo, y lo arrojó a la fuente, manchando el agua de sangre. Luego se llevó el caballo y el casco de Troilo como trofeos. Los troyanos vieron la escena desde las murallas, y se llenaron de lamento y de horror. Príamo y Hécuba lloraron amargamente por su hijo, y lo lloraron también sus hermanos, sus amigos y todo el pueblo. La muerte de Troilo fue un presagio de la caída de Troya, que ocurrió poco después.
Su legado y su mito
Troilo fue uno de los héroes más trágicos de la mitología griega, que murió joven y por amor. Su historia ha inspirado a muchos autores, desde la antigüedad hasta la actualidad. Entre ellos, se pueden destacar los siguientes:
- Virgilio, que en la Eneida menciona a Troilo como uno de los antepasados de los romanos, descendientes de Eneas, el héroe troyano que escapó de la destrucción de la ciudad.
- Boccaccio, que en el Decamerón cuenta la historia de Troilo y Crésida, con un tono más realista y moralizante que el de las versiones anteriores.
- Chaucer, que en Troilo y Crésida adapta la historia de Boccaccio al inglés medieval, con un estilo más poético y dramático, y con una crítica a la guerra y al amor cortés.
- Shakespeare, que en Troilo y Crésida recrea la historia de Chaucer, con un enfoque más irónico y satírico, y con una visión más oscura y pesimista de los personajes y de la guerra.
- Joyce, que en Ulises alude a Troilo y Crésida como una metáfora de la relación entre Leopold Bloom y Molly Bloom, los protagonistas de su novela.
Troilo fue un héroe de la voz silenciosa, que sufrió por su amor y por su patria. Su historia nos muestra que el amor puede ser una fuente de felicidad y de dolor, y que el destino puede ser cruel e inevitable.